El Pais Digital, Montevideo-Uruguay
Sábado 23 Abril 2005
Editorial
[hoy importa]
¿Acercamiento turco-armenio?
Mañana, 24 de abril, se cumplirán 90 años de la masacre generalizada
del pueblo armenio por parte de los turcos otomanos. No era la
primera vez que ello sucedía – en 1894-96 también se había producido
un exterminio similar – pero sí la más cruel y sangrienta de que se
tenga memoria: un millón y medio de armenios, radicados en Turquía,
fueron asesinados a sablazos o por hambre luego de agotadoras marchas
a fuerza de látigo. Teniendo en cuenta la población total de armenios
en esa época (unos 3 millones) esa masacre, que se extendió a lo
largo de un lustro, constituye, porcentualmente, el mayor genocidio
del s. XX. Es la mancha indeleble que pesa sobre la conciencia de
quienes jamás han reconocido que aquella espantosa matanza de
hombres, mujeres y niños quiso cumplir con el propósito de eliminar a
un pueblo, esto es, que fue un genocidio.
Ultimamente, la aspiración turca de formar parte de la Unión Europea
dio un vuelco fundamental a esta cuestión secular. En efecto, no se
puede integrar dicha comunidad sin ser una democracia plena y sin
hacer del respeto a los derechos humanos una realidad incontrastable
En tal sentido, el prestigio de Turquía entre los miembros
occidentales de la Unión Europea es muy bajo y ello es así,
principalmente, porque aún está muy vivo – inmigración de por medio –
el recuerdo de la tragedia que martirizó a la nación armenia, la
primera en el mundo que abrazó oficialmente la religión cristiana.
Europa se encuentra muy sensibilizada ante los padecimientos sufridos
por ese pueblo a manos de los turcos y por la diáspora a que dio
lugar.
No es de extrañarse, entonces, que Ankara trate de hacer buena letra
frente a la UE y que procure acercarse a su víctima histórica. Así se
explica que el primer ministro otomano, Tayyip Eydogan, en acuerdo
con todos los partidos de la oposición, haya invitado al presidente
armenio, Robert Kocharian, a iniciar conversaciones sobre el espinoso
tema de referencia. Es un primer y muy importante paso dado en la
dirección correcta. Sin duda, la reunión proyectada tendrá momentos
de suma tensión. Pero el sacrificado pueblo armenio – y toda la
comunidad internacional, de todas las latitudes – espera que la verdad
histórica prevalezca y que, finalmente, pueda tener la compensación
moral de que los turcos reconozcan – aunque sea de manera elíptica –
que cometieron una barbarie, una increíble barbarie. Será, esa, la
única manera de llegar a una difícil pero no imposible reconciliación
entre los dos pueblos.
Nuestro homenaje a nuestros amigos armenios que, manteniendo su
valiosa identidad, se han consustanciado con nuestra nación oriental.