Sonidos de la selva

Noroeste, Mexico

CONCIERTO

Sonidos de la selva

La OSSLA y el Octeto Tarab introducen al público mazatleco a los
enigmáticos sonidos que Villa-Lobos construyó inspirado en la Amazonia
Héctor Guardado

Sonidos de la selva

26-10-2008

MAZATLÁN._ La selva amazónica tiene su música propia, el enigma que
crean los silencios interrumpidos por las hojas que mueve el viento,
el murmullo del aleteo de las aves, los ruidos que emiten los insectos
y animales, construyen una sinfonía que el oído del compositor
brasileño Heitor Villa-Lobos captó y trasladó a una partitura que fue
interpretada por la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes y el
Octeto Tarab en el Teatro Ángela Peralta.
La primera pieza que se interpretó de este famoso autor carioca fue
Bachiana número 5, para octeto de cellos y soprano.
La pieza inicia con un sonido que recuerda las gotas de agua que caen,
de hoja en hoja hasta la tierra. Esa sensación lo logran los cellos
con fuertes pellizcos (pisicato) que aplican los músicos a las cuerdas
y que introducen al público en una atmósfera seductora.
La voz de la soprano Eugenia Garza se convirtió en otro instrumento
que emitió sonidos que se unieron a los de los cellos que conforman el
Octeto Tarab. De la boca de Garza no salió ni una sola palabra, sólo
vocalizaciones, que son una contestación melódica al estímulo sonoro
que las cuerdas proponen.
El resultado fue una pieza que acarició los oídos y que creó la
sensación de estar subiendo suavemente por una espiral de sonidos que
se elevó lentamente, alcanzando la paz que la cúspide prometió.
La Bachiana número 5, de Villa-Lobos, es un ejercicio difícil para la
cantante, por las notas altas que debe alcanzar y la gran capacidad
pulmonar que debe desarrollar para soportar, sin respirar, los largos
compases.
También se interpretaron los cuatro movimientos de la Bachiana número
2 y el programa se cerró con el famoso Choro número 10 para coro y
orquesta, en el que los sonidos transportaron a los oyentes a la selva
amazónica.
El Coro del Taller de Ópera de Sinaloa fue el encargado de darle vida
a los sonidos de la selva y la batuta del director egipcio Raffi
Armenian fue la encargada de guiar a cantantes y músicos por las
atmósferas de la música de Villa-Lobos.
La OSSLA abordó esa noche una obra que llamó la atención del público,
Silueta como sirena, del jalisciense Ricardo Zohn-Muldoon.
En dicha obra, el instrumento solista fue una guitarra y la melodía se
estructuró con sonidos contemporáneos, disonancias y melodías
segmentadas que crean pequeñas atmósferas. El guitarrista Alfredo
Sánchez intervino con su voz de trovador, al decir un poema
surrealista.

EL CONCIERTO
Tres piezas del brasileño Heitor Villa-Lobos y una del jalisciense
Ricardo Zohn-Muldoon se interpretaron en el concierto que ofrecieron
la OSSLA y el Octeto Tarab.
PARTICIPANTES
En el concierto participaron los músicos de la Orquesta Sinfónica
Sinaloa de las Artes, el Octeto de Cellos Tarab, la soprano Eugenia
Garza y el Coro del Taller de Ópera de Sinaloa