ENTRE EL RECUERDO Y LA NEGACION
El museo del genocidio, en Erevan, construido en 1967.
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POR JAVIER TRIANA
DOMINGO, 19 DE ABRIL DEL 2015
No existe una sola familia armenia que no haya perdido a alguno de sus
miembros en las masacres”, afirma la armenia Narine Nikogoshyan. “Las
masacres” o el genocidio armenio o, como lo llaman en el paÃs
caucasico, Medz Yeghern, “el Gran Crimen”, de cuyo inicio se cumplen
100 años el proximo 24 de abril.
Las conmemoraciones por ese funesto capÃtulo historico vienen
precedidas de los fuegos artificiales que lanzo el papa Francisco
el pasado domingo al calificarlo de “genocidio”, un extremo que ha
incendiado TurquÃa, paÃs heredero del responsable: el Imperio otomano.
Ankara pidio explicaciones al nuncio episcopal y llamo a consultas
a su embajador ante la Santa Sede. Y adelanto mas medidas de protesta.
El presidente, Recep Tayyip Erdogan, elevo el tono: “Quiero advertirle
al Papa de que no repita ese error”. “Cuando los polÃticos o los
funcionarios religiosos asumen tareas de historiadores, entonces
emergen delirios, no hechos”, continuo el mandatario turco, al tiempo
que invito a una comision de estudiosos a sumergirse en los archivos
de la epoca. No obstante, la oferta de Erdogan llega tarde: ya se
ha hecho. “Los historiadores turcos mas razonables manejan la cifra
de 300.000 (muertos), lo cual, de todas formas, es una cantidad muy
elevada que entra en la categorÃa de genocidio”, escribe el profesor
de Historia de la Universidad Autonoma de Barcelona (UAB) Francisco
Veiga en su obra El turco.
Proceso retroactivo
El uso de ese termino inquieta a TurquÃa ya que, de hallarse pruebas
de premeditacion, se podrÃa procesar con caracter retroactivo a
los responsables, a traves de la Convencion de las Naciones Unidas
sobre el Genocidio. Pero, ¿como se llego a ese punto? En su libro,
Veiga sostiene que existieron varios motivos, con sus raÃces en
el maltrato y el descontento de la minorÃa armenia otomana con la
actitud de Constantinopla ya en el siglo XIX. Confluyeron, entre
otros factores, el nacimiento de una conciencia nacionalista y sus
consecuentes revueltas reprimidas brutalmente, el peso que adquirio
la iglesia armenia en el Imperio otomano (de mayorÃa musulmana) o la
actitud siempre hipocrita de la comunidad internacional: los armenios
se convirtieron en “protegidos” de las grandes potencias rivales. En
el caso de Rusia, le seducÃa mantener una minorÃa etnica persistente
y descontenta con el propio Imperio otomano. No siempre de forma
organizada, hubo rebeliones armenias contra el pago de impuestos en
las seis provincias de la Anatolia oriental que habitaban (aunque en
ninguna llegaban a ser mayorÃa). Tambien, incidentes armados.
El detonante llego durante la Gran Guerra, cuando la retaguardia de
las tropas otomanas que combatÃan en el Caucaso empezo a registrar
incidentes. “El alto mando temÃa el estallido generalizado de
la insurgencia armenia”, explica el profesor de la UAB. Y en un
lugar tan remoto, acciones armadas por parte de grupos insurgentes
intentaron dinamitar el abastecimiento otomano. En abril de 1915,
armenios armados por el Imperio zarista tomaron la localidad oriental
de Van, luego sitiada por los turcos. Los rusos lograrÃan liberar a
los armenios atrapados en mayo, pero para entonces ya habÃan empezado
las deportaciones y las masacres contra la poblacion armenia. Dieron
comienzo a las pocas horas de que Enver Pasha, jefe del Estado Mayor,
emitiera el 24 de abril una directiva”por la cual se establecÃa que
los armenios constituÃan un peligro para el esfuerzo de la guerra y se
fijaba un plan a fin de evacuar la poblacion civil de esa nacionalidad
residente en los seis vilayets de Anatolia Oriental, la localidad y
comarca de Zeytun y el area al sur de Diyarbakir”, según Veiga. El
objetivo era que no superaran el 10% del nivel de turcos, kurdos y
circasianos en las seis provincias anatolias que habitaban, por lo
que no serÃa una deportacion completa. De hecho, las comunidades
armenias de Estambul y Esmirna no se vieron tan afectadas.
Asimismo, se estipulaba que los deportados tenÃan que ser tratados
con consideracion y protegidos hasta los lugares de reubicacion, en
Irak y en la frontera siria. Las tropas, sin embargo, eran necesarias
en el frente, y los encargados de esta escolta habrÃan sido unidades
irregulares que operaban de forma cuestionable. “Mis tatarabuelos,
tanto por parte de padre como de madre, fueron asesinados cruelmente”,
asegura Nikogoshyan, una joven abogada que reside en Italia. “Solo
sus hijos lograron salvarse, escapando desde Kars y Mush (en el este)
y llegando a (las actuales) Georgia y Armenia, donde nacieron mis
abuelos”.
Jamas se ha pedido perdon
La version de Erevan habla de hasta 1,5 millones de muertos en
aquellas marchas hacia la muerte en territorio baldÃo en pleno verano
sin apenas transporte, alimento, o material sanitario, este último
de difÃcil acceso en la epoca, y mas en zona remota. Para TurquÃa,
la cifra se ha exagerado, y muchas de esas muertes se deberÃan a la
guerra. Aunque Erdogan transmitio el año pasado sus condolencias a
las familias de los afectados, jamas se ha pedido perdon. Y la herida
entre ambos vecinos sigue gangrenada.